Actualmente los niños se empiezan a familiarizar con la competición en edades tempranas. Es por esto que creemos en una competición formativa con el objetivo de trasladar los valores del deporte a los niños. De este modo, los agentes que más implicados deben estar en la práctica deportiva son: los padres, los entrenadores, los árbitros y los directivos. Los padres deben proporcionar pautas de comportamiento y actividades para fomentar la buena práctica del deporte. Además, sus expectativas deben ser neutrales, de este modo las expectativas del niño tendrán más peso. Los entrenadores, deberán tener en qué valores inculcar a sus jugadorespara determinar las prioridades respecto a éllos, proponiendo filosofías de entrenamiento relacionadas con los valores del tenis, la actitud en la pista o las relaciones interpersonales. Los árbitros deben ampliar su función de jueces para facilitar la actividad formativa en relación al reglamento, así como fomentar su propia formación para proponer actividades pedagógicas y de comunicación. Por último, los directivos como garantes de la filosofía y gestión de las actividades de los clubes de tenis. En resumen, la finalidad de una educación en valores es hacer coincidir a todo el colectivo relacionado con el deporte para desarrollar al niño/jugador desde todas las vertientes (deportiva, social y formativa).
Es necesario, no perder de vista que los niños son los beneficiarios y los principales protagonistas, y todos los esfuerzos tienen que ir en dirección a conseguir que aprovechen esta etapa formativa.
Consideramos que los principales agentes son:
Los padres son los agentes más importantes para el correcto desarrollo de los chicos y chicas que practican el tenis base. Los padres suelen jugar un rol importante en la introducción y participación de los niños en el tenis. En muchas ocasiones, para asegurar que su contribución es verdaderamente positiva y constructiva, los entrenadores pueden necesitar recordarles periódicamente cuáles son las actitudes y reacciones apropiadas. Otra manera efectiva y sencilla de canalizar positivamente el apoyo de los padres es proporcionándoles “pautas de comportamiento” o “tareas”. Las expectativas paternas pueden ser, o bien positivas para el niño en el deporte, o transformarse en una fuente de presión y estrés que podrá interferir en la conexión de sus hijos con el deporte. Las expectativas paternas bajas y altas están relacionadas con un menor entusiasmo por parte de los niños, mientras que un nivel medio de expectativas trae consigo mayor entusiasmo por la participación deportiva.
Las “tareas” de los padres respecto a la práctica del tenis de sus hijos deben ser:
Los entrenadores tienen que liderar el proceso educativo del tenis base. Las conductas del entrenador reflejan sus valores sobre el tenis, el entrenamiento y las relaciones con sus alumnos y sus padres. Los valores tienen un sentido de compromiso y convicción, y fundamentan las diferentes filosofías de entrenamiento. Una filosofía de entrenamiento debe incluir valores relativos a las razones por las que se juega al tenis, el rol del tenis en la vida del niño, el papel de la competición, las relaciones interpersonales, actitudes ante las reglas, conductas en la práctica, etc. Los valores de los entrenadores también influirán en los objetivos que fijen para alcanzar su éxito profesional y personal.
Las conductas favorables de un entrenador deben ser: